La brecha de precios entre la góndola y el campo para los productos agropecuarios volvió a ajustar hacia abajo en junio, al ubicarse 8,5% por debajo de mayo. Así, es el segundo mes consecutivo en que la diferencia cae.
En junio los importes se multiplicaron por 4,84 veces en el trayecto desde que salieron del campo y llegaron al consumidor, 1,2% por debajo del mismo mes del año pasado. El descenso de la distorsión en este período se debió principalmente al comportamiento de cuatro productos: la zanahoria, el limón, la frutilla, y la berenjena. En los cuatro casos, la desigualdad se redujo porque subieron considerablemente los valores al productor y cayeron los costos al cliente.
Los datos surgen del Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) que elabora el Área de Economías Regionales de CAME para una canasta de 25 alimentos agropecuarios que se consumen en fresco. Para elaborar el indicador se tomaron los montos diarios online de los principales supermercados del país y más de 200 importes de verdulerías y mercados para cada producto.
De los datos, también se desprende que en junio, el IPOD agrícola alcanzó un valor de 5,01 veces, 11% por debajo de mayo y acumulando una caída de 15,8% frente a abril.
En tanto, el IPOD ganadero, se ubicó en 4,17 veces, 6,4% por encima de mayo y llegando al segundo lugar más alto de los últimos 19 meses.
La participación del productor en el importe de góndola subió 15,4% en el mes, a 25,4% (el mayor valor se alcanzó en febrero pasado, con una comisión de casi 28%).
Los productos agrícolas con mayores distorsiones de precios en el mes fueron: la naranja con una desigualdad de 9,71 veces, seguido por la pera 9,16 veces, la manzana 7,7, y el cerdo 7,68.