El financiamiento a las pequeñas y medianas empresas en el mercado de capitales aumentó durante la pandemia a través del uso de instrumentos como la factura de crédito, los pagarés y los cheques, los tres en formato digital, según destacó un informe realizado por Bolsas y Mercados Argentinos (ByMA) y la Caja de Valores.
La factura de crédito electrónica (FCE) es un instrumento que se emite sobre la plataforma de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), y su finalidad es desarrollar un mecanismo que mejore las condiciones de financiación de las micro, pequeñas y medianas empresas.
A través de su negociación estas empresas acceden al cobro anticipado de los créditos y de los documentos por cobrar emitidos a sus clientes o deudores.
La FCE comenzó a circular en junio del año pasado, y en diciembre de 2019 alcanzó las 830 emisiones. Este año, como consecuencia de la pandemia, se aceleró su utilización y al 30 de noviembre se registraron 3.826, de las cuales 3.507 se emitieron por $3.858,773 millones; 317 por U$S8,8 millones y dos por EUR 9.837.
El pagaré bursátil electrónico es emitido por el librador de forma digital con firma electrónica, en la plataforma Epyme, de Caja de Valores, sin designación del beneficiario, y sin costos operativos asociados.
Al 30 de marzo de este año, la cantidad de pagarés digitales alcanzaba a 46, cifra que saltó a 1.491 en el último registro, del 30 de noviembre pasado.
Finalmente, el echeq es un cheque generado por medios electrónicos que se gestiona a través del homebanking.
Entre marzo y noviembre, la cantidad de echeqs librados trepó de 92 a 62.416, por $58.300 millones; de los cuales el 42% correspondió al sector agropecuario; el 36% al de servicios y el 22% a la industria.