Los consumidores pagaron en septiembre 3,4 veces más que el precio que percibieron los productores, un 5,6% menos que en agosto, de acuerdo con el Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
Las mayores brechas del campo a la góndola se dieron en los casos del zapallito, con una diferencia de 17,6 veces entre lo que pagó el consumidor y cobró el productor; el limón (12,4), la zanahoria (10,2), la manzana roja (9,6) y la naranja (7,4).
En el otro extremo, los productos que presentaron menor diferencia fueron el pollo (2,4 veces), huevos, pimiento y calabaza (2,1) y la papa (1,7).
«En promedio, el productor explicó el 26,7% de los precios de venta final», indicó CAME, que a su vez precisó que «la mayor participación la obtuvieron los productores de papa (56,7%), mientras que la más baja la consiguieron los de zapallito (5,7%)», congruentemente con las brechas de precios en cada producto.
En el caso del IPOD frutihortícola, los precios de las 19 frutas y hortalizas que integran la canasta se multiplicaron por 4,9 veces en septiembre, mientras que en el ganadero la diferencia fue de 2,9 veces.
CAME sostuvo que su análisis «demuestra que el productor primario no es formador de precios, por lo que tampoco es responsable de su escalada». «En general, las diferencias entre origen y destino se deben a un conjunto de comportamientos como, por ejemplo, los especulativos, adoptados por diferentes actores de la cadena de valor que abusan de su posición dominante en el mercado, básicamente, los hipermercados, los galpones de empaque y las cámaras de frío», finalizó.
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